martes, 8 de junio de 2010

La movida de los ODM

A veces actuamos como borregos, sin cuestionarnos nada que nos imponen desde afuera. Sobre este tema he reflexionado muchas veces, pero no está demás que lo haga de nuevo pues he vuelto a caer en el mismo error.

Personalmente, no me ha decepcionado la intervención de Jose sobre la movida de los Objetivos del Desarrollo de Milenio, por el contrario me ha hecho reflexionar profundamente y creo que nos ha dado una verdadera lección. Voy a intentar plasmar mis reflexiones de forma clara y concisa en esta entrada.

Para empezar quiero señalar que me ha parecido muy curiosa “tu estrategia” para hacernos ver que actuamos muchas veces movidos por motivaciones extrínsecas y no de acuerdo con valores que tenemos que profesar desde nuestra profesión. En cuanto a esta dinámica, desde un principio me he visto envuelta en una especie de ola de confusión y parece que, hasta el día de hoy, no he tomado conciencia verdadera de su significado. Para empezar yo no estaba presente el día que se comunicó en clase que se iba a dar medio punto a todo aquel que consiguiera diez firmas para un llamamiento al gobierno en relación a los ODM. Unas compañeras me informaron “que si pasaba unos test, Jose subía medio punto”. La verdad es que, hasta que yo no tuve los documentos en mis manos, no supe de qué iba el tema. En realidad, este tema no lo desconocía totalmente porque a través de carteles informativos, los medios de comunicación y otras informaciones que me han llegado desde entidades no lucrativas he podido adentrarme desde hace un tiempo en cuestiones relacionadas con los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Además el curso anterior, tuvimos oportunidad de realizar una actividad en Pedagogía Social sobre estas cuestiones. Al principio rechacé la idea de ponerme a recoger firmas porque no tenía tiempo. Sin embargo, al día siguiente me dispuse a conseguir las firmas motivada por dos razones principalmente; iba a conseguir medio punto para esta asignatura y por otro lado, verdaderamente estaba concienciada con esta cuestión. Reconozco que no le veía lógica a este “juego” pero ni siquiera me lo cuestioné. Por tanto, no me he ofuscado cuando Jose ha afirmado que aceptamos acríticamente la realidad, aunque en mi caso sólo fuera en parte. Pero no quiero que esto se quede en un simple reconocimiento de que lo hice mal, sino que pienso actuar consecuentemente de aquí en adelante.

Y cuando me he puesto a pensar sobre qué podemos hacer l@s educador@s sociales en relación a los OMD, se me ha venido a la cabeza una palabra clave: SENSIBILIZACIÓN. Pero me ha quedado claro que la sensibilización no debe difundirse a nivel macrosocial y de forma abstracta (como de algún modo pretendía hacer recogiendo firmas), sino que hay que empezar por una misma y por el entorno más cercano. Para mí es realmente importante tomar conciencia de la necesidad de alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, tanto en el plano profesional como personal, porque es el camino para conseguir una sociedad más justa, más igualitaria y más solidaria. Una vez concienciada, sí me veo capacitada para actuar por las vías que nos han ofrecido en este caso. Ahora que lo pienso, cuando pasaba las firmas observaba inconscientemente si la gente estaba verdaderamente concienciada con el tema, o por el contrario lo hacía por otras razones; y me alegra pensar que sí tuve la oportunidad de recoger la firma de varias personas que estaban siendo sensatas con lo que hacían.

Después de esta breve reflexión, que me gustaría que hubiera resultado más extensa y profunda pero no es posible dadas las limitaciones de tiempo que tanto caracterizan a estas fechas, he llegado a una conclusión principal:

· Que ya somos personas adultas y nos queda relativamente poco para convertirnos en profesionales, y por tanto debemos comprometernos y actuar en nuestra realidad teniendo una actitud crítica y en consonancia con los valores que profesamos de igualdad, solidaridad, respeto, etc.